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Writer's pictureRicardo Bartel

Clasificación de Keros


La lamina cribiforme es una zona de máximo riesgo por su delgadez y por la gran variabilidad anatómica. La configuración de la base del cráneo a este nivel en función de la altura de la lamela lateral y de la profundidad de la fosa olfatoria, define los 3 tipos de la clasificación de Keros: el tipo 1, con una lamela lateral de 1 a 3 mm y fosa olfatoria casi plana; el tipo 2, con una lamela lateral de 4 a 7 mm y una fosa olfatoria ligeramente profunda; y el tipo 3, donde la lamela lateral tiene de 8 a 16 mm, provocando una fosa olfatoria muy profunda.

El tipo 3 afortunadamente es el menos frecuente en la población ya que supone un mayor riesgo de complicaciones intracraneales, el tipo 1 es la configuración más favorable y el tipo 2 es la más frecuente.


La base de cráneo del etmoides está formada por la lámina cribiforme y el techo etmoidal, que es una extensión de la lámina orbitaria del hueso frontal. Estas 2 estructuras convergen en la lamela lateral de la lámina cribosa (LLLC), una zona de debilidad que es conocida por ser un sitio común de lesiones iatrogénicas de la base del cráneo, sugiriendo que mientras más profunda es la fosa olfatoria (Keros), esta es más susceptible al daño.

Los cirujanos nasosinusales actualmente están bien concienciados de este esquema y de los peligros que existen en el límite medial del seno etmoidal. En 2 grandes series sobre reparaciones de fístulas de LCR, solo entre un 9 a un 18% de todas las fístulas iatrogénicas fueron localizadas en la lámina cribiforme, mientras entre un 62 a un 74% en otras áreas del seno etmoidal, corroborando la efectividad que el correcto uso de esta clasificación tiene para evitar iatrogenia a nivel de la LLLC.


Dr Ricardo Bartel

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